John era solo un niño cuando se enfrentó al abandono y la vida en la calle. Cuando le piden que cuente su historia, responde que no sabe nada de su pasado
“Nací a los siete años porque mi mente ha preferido sólo recordar mi vida de allí en adelante y que mi punto de partida sea mi ingreso a la Fundación Niños de los Andes. Mi mente prefirió borrar mi vida en la calle, los sucesos, los nombres, el dolor, el nombre de mis padres o hermanos”.
Dice que durante los años que vivió en las calles, sus únicas certezas eran
“un estómago crujiendo, el frío helándome los huesos, la dureza de los andenes en mi espalda y el saber que me llamaba Jhon, así no supiese quien o cuando me puso ese nombre”.
Jhon cuenta que lo más importante para salir adelante fue haber contado con el apoyo de personas que le dieron una oportunidad, que creyeron en él y lo ayudaron. Como él, hay muchos niños que necesitan solo una oportunidad para cambiar sus vidas.
La violencia intrafamiliar afecta la vida y el futuro de los jóvenes en Colombia. Actualmente, hay muchos niños y niñas viviendo en extrema pobreza, en ato riesgo de buscar la calle como medio de subsistencia. Alrededor de 20.000 niños y niñas permanecen bajo medida de protección del Estado por vulneración de sus derechos. Apóyalos para que puedan redescubrir su vida y salir adelante.